
Este video nos permite aproximarnos a este hermoso y secreto arte haciendo que valoremos el trabajo que hay detrás de cada uno de nuestros preciados arcos.
Blog sobre arqueria. Experiencias y reflexiones. Se agradecen tus comentarios y opiniones.
Aben Humeya, Rey de los Moriscos, se retiró a Purchena (en el norte de Almería) para esperar refuerzos en su lucha por recuperar el pasado esplendor de su pueblo. Durante varios días se encuentra toda su tropa en Purchena formada por moriscos granadinos y musulmanes procedentes del norte de África y Turquía. Decide recuperar todas las tradiciones prohibidas tras la Reconquista; entre ellas celebrar una serie de Juegos deportivo-musicales con clara ascendencia Olímpica.
picar en el cartel para ver el programa de este año
y AQUI la web con toda la información (inscripciones, pruebas, premios...)
Estas son las pruebas deportivas:
Cada año se recupera el hecho histórico con una escenificación en la que participa todo el pueblo y se realizan las mismas pruebas deportivas y musicales, de forma competitiva y con importantes premios. Tan solo es necesario vestir a la usanza . Todo se acompaña con música andalusí, gastronomía típica, artesanía y encuentros de jóvenes andaluces y magrebíes
"Partimos de la Muy Noble y Muy Ilustre ciudad de Zafra hacia las tierras de Castilla con el fin de tomar parte en el tradicional Torneo de Arqueros que se celebra en la villa de Oropesa. En uno de los carruajes voy acompañado por mi señora y mis dos vástagos, en el otro, va un buen amigo, el capitán de la guardia del conde de Feria, Sir Black Morgaño, junto a su amada.
Hacemos noche en una posada próxima a Oropesa. Tras la cena salgo al patio a contemplar la noche estrellada. El machacón croar de las ranas de alguna charca no muy distante me intranquiliza como si entre todas quisieran advertirme de algún mal presagio. De pronto descubro a mis pies un enorme sapo que me mira desafiante. He oído decir que si antes de tres respiraciones no lo besas o lo aplastas recaerá sobre tí "la maldición del sapo". Como nunca he hecho caso a las historias de viejas me doy la vuelta y entro de nuevo en la vivienda. No obstante percibo un leve escalofrío en la nuca al cruzar el umbral.
La mañana está hermosa, radiante, prometedora. A mediodía llegamos a una Oropesa vestida de gala. El gentío es abrumador y resulta una tarea tediosa encontrar un lugar donde dejar los carruajes. Un incidente en la ajetreada circulación nos retrasa un tiempo valioso, urge encontrar el campamento arquero para poder realizar nuestras tiradas clasificatorias.
A duras penas llegamos, nos acreditamos y prestos nos equipamos con lo necesario. La respiración está mas agitada de lo recomendable para la empresa que nos aguarda. Tenemos dos tiradas de seis flechas de calentamiento, después tres tiradas puntuables. Los ocho arqueros con mejor puntuación, de los sesenta y cuatro inscritos, se enfrentarán, al atardecer, en eliminatorias a una flecha bajo el balcón de Fernando Alvarez de Toledo, primer conde de Oropesa.
Al abrir mi arco suena un extraño chasquido que nunca antes había oído. Se me acaba de romper inexplicablemente la cuerda. De inmediato me doy cuenta que para mí se ha terminado la jornada. Recuerdo que no cogí la habitual cuerda de repuesto. Se ha cumplido la maldición del sapo.
-¿De cuantas pulgadas es tu arco, sesenta o sesenta y dos? murmura Sir Black a mi costado.
-De sesenta y dos
-Toma, aquí tengo una cuerda que podría valerte, pero está nueva.
-Trae, me vale.
Ya no hay tiempo para medir el fistmelle, ni para encerarla, ni para ajustar el nock, ni... Pero monto la flecha, anclo y suelto pensando que debo compensar todo el desajuste manteniendo el brazo más firme que nunca y con un suelta perfecta.
-¿Qué tal? me pregunta el Capitán Morgaño
-No me ha ido mal del todo... pero no creo que pase el corte. Tú, muy bien, ¿no?
-Ochenta y un puntos. Con un poco de suerte me clasifico.
-Me alegro.
Nos reunimos con nuestra gente para ir a beber y comer