Pedro A. Fernádez nos cuenta su experiencia vivida este verano en el
Rencontre Internationale de Tir á l’arc 3D en Blanquefort (Francia)
Blanquefort es
una localidad cerca de Burdeos en la Aquitania francesa en donde está asentado
el club de arqueros Indian’s arc y a pesar de que la población
censada, en la localidad, que es de poco mas de 15000 habitantes, el club de los más numerosos del país. Está formado por mas de 130 socios, que ya nos gustaría
tener a mas de un club, y no por el número de
socios, si no por el trabajo que hacen en pro del tiro con arco, al menos para
el fin de semana cuando organizan su “Rencontre
Internationale de Tir á l’arc 3D”. Ponen en marcha el trabajo unos seis meses antes.
Había
oído hablar bastante de esa competición y visto
muchas fotos, pero hasta el pasado año 2015 no tuve la posibilidad de poder
asistir, así que cuando Begoña me lo propuso y vi que las fechas me
cuadraban, no lo dudé y allí que nos
fuimos.
Vayamos por
partes, tras solventar el asunto de la inscripción que se hace
como es ya normal vía internet, el participante puede elegir entre alojarse en un
hotel de los alrededores o acampar en la zona que la organización
habilita para ello; tienen preparado un pequeño espacio con
baños y duchas para los campistas, aunque no son muchas.
El viernes es el día del desplazamiento, puesto que los calentamiento suelen comenzar a las ocho y media de la mañana del sábado, durante toda la tarde tienen abierta la recepción de arqueros. Cuando llegas “al campamento” donde puedes encontrar tiendas, cantina, zona de mesas para la comida, el escenario para la entrega de trofeos, los baños, las duchas y el edificio principal donde hacen la entrega de los dorsales y de los tickets de comidas y cenas que hayas reservado para el fin de semana, al principio sorprende que atienden en francés, español e inglés, pero después te das cuenta que es normal, ya que suele haber asistentes de las tres nacionalidades. Cabe reseñar que tanto en la tienda como en la cantina que tienen, no se puede utilizar dinero en efectivo, por lo que a la llegada, se compran unos vales para tal efecto.
El viernes es el día del desplazamiento, puesto que los calentamiento suelen comenzar a las ocho y media de la mañana del sábado, durante toda la tarde tienen abierta la recepción de arqueros. Cuando llegas “al campamento” donde puedes encontrar tiendas, cantina, zona de mesas para la comida, el escenario para la entrega de trofeos, los baños, las duchas y el edificio principal donde hacen la entrega de los dorsales y de los tickets de comidas y cenas que hayas reservado para el fin de semana, al principio sorprende que atienden en francés, español e inglés, pero después te das cuenta que es normal, ya que suele haber asistentes de las tres nacionalidades. Cabe reseñar que tanto en la tienda como en la cantina que tienen, no se puede utilizar dinero en efectivo, por lo que a la llegada, se compran unos vales para tal efecto.
El sábado,
comienza la aventura, tras el calentamiento nos organizan por recorridos y
tantos los jueces como los asistentes de la organización
nos reparten en las diferentes zonas, las patrullas de cuatro arqueros suelen
organizarlas de tal forma que haya dos personas que tengan un idioma común,
al principio es un poco de lío con las puntuaciones pero al final te
acostumbras al lenguaje de signos y a enseñar las
tablillas para cotejarlas.
La competición
se desarrolla en una zona boscosa, con pocos desniveles geográficos,
a decir la verdad es bastante plano sólo surcado por
algún que otro arroyo o riachuelo, pero no por ello deja de ser
hermoso. Es una zona que está relativamente cerca de la costa, por eso
no resulta raro ver el suelo formado de arena oscura de playa, pero lo
suficientemente compacta como para sujetar y mantener erguidas a especies arbóreas
como pinos, robles, falsos castaños, hayas, etc. A pesar de ser un parque,
como ya he dicho, relativamente plano, el montaje de los 4 recorridos que se
preparan para el evento, es impresionante.
Un dato histórico,
según me han dicho, en aquél bosque hubo asentado un hospital militar
para oficiales alemanes durante la segunda guerra mundial, intalaciones que
posteriormente utilizaron los aliados para el mismo fin y que fueron destruidos
en su mayoría tras su desalojo, aún quedan en la zona reminiscencias de
aquellas épocas como las plataformas de hormigón donde se
erigieron los pabellones o barracones militares. De ahí que
haya caminos bien hechos e incluso asfaltados.
Continuemos con
lo que nos tenemos entre manos, a la hora de la comida o bien puedes optar por
la que ellos preparan allí, que tenías que haber
reservado en el momento de realizar la inscripción, o por
llevarte tu propio tentempié. También puedes
comprar bocadillos y postres en la cantina que tienen, así como
bebidas. Como dato curioso sirva decir que en la comida del sábado
suelen poner un filete de carne de bisonte, esto sorprende un poco pero
aparentemente hay una granja no muy lejos de allí.
En las dos
ediciones a las que he asistido, tenían elegido un tema, me explico el pasado año
estaba enfocado al comic y este año al cine, de tal forma que los cuatro
recorridos temáticos del año 2015 fueron sobre Asterix y Obelix, Lucky
Luke, Mc Cormac y el cuarto circuito es un personaje francés
del comic que no conozco. Encontrándonos dianas como la de un jabalí atado
patas arriba sobre una hoguera y no muy lejos otra de un buho dentro de una
cueva hecha de foam y colgado de un arbol, cabe decir que una vez que tirabas
había una cuerda y una polea para bajar la diana y volver a colocarla
en su sitio. Este año, como he dicho, los recorridos versaban sobre el cine, el
recorrido del amor, de la ciencia ficción, del terror
y de Roma y Grecia, encontrándonos dianas como la de un primate montado
en una moto simulando a Tom Cruise en la película Top Gun,
la de un jabalí
con bragas en la película Bridget
Jones o un “sextúpedo”
azul de la película Avatar.
Este año
han sido 4 recorridos de 20 zonas de tiro cada uno siendo algunas dobles y las únicas
dianas que se repitieron fueron las de unas arañas, todas las
demás fueron dianas distintas, el despliegue de medios para el montaje
y desarrollo de la actividad es impresionante; hay dianas que están
elaboradas por algún artista, posiblemente del club, o de la zona, como la de Avatar,
la de un Mamut o la del mono sobre la moto.
El sábado
una vez que se termina el recorrido de la tarde, si el tiempo lo permite, que
no la luz, suelen realizar juegos y actividades, como tirar montado en un
remolque mientras es arrastrado por un coche, es una forma de amenizar y
entretener a los asistentes hasta que llega la hora de la cena, por su puesto
que el que quiere irse antes y aprovechar la oportunidad de hacer un poco de
turismo por Burdeos, puede hacerlo.
El domingo una
vez terminada la competición y mientras se espera a que saquen las
puntuaciones finales, es el momento de gastar los vales que nos queden, bien en
la cantina o en la tienda, donde ofertan una especie de tómbola
pudiéndote tocar desde un llavero o cualquier chorrada hasta una
camiseta conmemorativa de ese año o incluso una botella de vino de Burdeos,
que no se me olvide decir que tienen el detalle de regalarte una con la
inscripción.
Una cosa que
sorprende allí es que la mayoría de los participantes se quedan a la
entrega de premios; para ello utilizan como es normal es escenario, el cual
también han utilizado para dar explicaciones sobre los recorridos, para
la bienvenida y para cualquier cosa que quieran decir a los allí congregados.
Me gustaría
comentar algunos aspectos de la organización que
realmente me ha llamado la atención, la revisión del material
no la hacen al principio para no perder tiempo, sino que la realizan en
cualquier momento durante la tirada o incluso el domingo. Las modalidades de
tiro básicamente son las que acepta la World Archery con una excepción,
lo que nosotros llamamos “arco recurvado instintivo o tiro instintivo”,
ellos lo llaman “arco de caza” y la diferencia es que la flecha debe de
pesar mas de 30 gramos unos 463 grains y normalmente las pesan igualmente en
cualquier punto del recorrido y para ello, no te cojen una flecha del carcaj,
sino que te piden una de las flechas que has tirado a la diana, al menos es lo
que hicieron con mi patrulla, a todo aquél que tire con
arco recurvado tradicional y la flecha no llegue a ese peso le pasan a la
modalidad de clásico.
No me enrollo
mucho mas, sencillamente quería contaros un poco sobre una competición
de la que había oído mucho y a la que creo merece la pena ir y el único
inconveniente que la encuentro por decir alguno es que hay que viajar el
viernes para ir y el lunes para volver, a menos que salgas de allí de
regreso sobre las siete de tarde que es mas o menos cuando termina el segundo
recorrido del domingo.
Autor: Pedro A.
Fernández Mateos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario