Con la ayuda de la casualidad se encontró en los alpes tiroleses, más exactamente en la localidad de Otztal, el cuerpo de un hombre de cinco mil años de antigüedad. “Otzi, el hombre de hielo” no sólo llevaba sus ropas y su hacha sino, lo que más nos importa en este caso: su arco, carcaj y flechas. El arco de tejo de 182 centímetros tendría una potencia de alrededor de 79 libras y en su carcaj de cuero de venado se hallaron catorce flechas, algunas sin terminar. Estas eran de un largo de entre 85 y 95 centímetros, tenían punta de pedernal y su astil estaba hecho con madera de viburno, un arbusto leñoso. Las puntas medían unos 4 centímetros de largo por 2 de ancho. Lo curioso es que la causa de su muerte la explica una punta de flecha incrustada cerca de su omóplato. Un arquero, el primero del que tenemos noticias, muerto por otro arquero.
Reconstrucción plástica del cuerpo y rostro de Ötzi, el Hombre del Hielo (la momia del Similaun o Frozen Fritz) exhibida en el museo Bélesta (en Ariège, Francia).
Si quieres saber todo lo que resultó del análisis ciéntifico del cuerpo de la momia (¡fascinante!) debes visitar su página en wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%96tzi
martes, 31 de agosto de 2010
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