}AQUELLA ÉPOCA


"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad."          Victor Hugo



Empezamos tirando donde pudimos con unos asequibles arcos de iniciación. En plan autodidacta. Al poco tiempo ya nos apeteció hacernos de unos arcos de mejor calidad. La técnica y la precisión eran todavía algo que no demandábamos. Solo nos interesaba pasarlo bien tirando flechas, sin demasiadas exigencias.

Ibamos lanzados, enseguida organizamos un torneo local donde conocimos a más arqueros.



Muchas tardes o sábados por la mañana íbamos a Belén, frente a la ermita. Colocábamos nuestros bichos pintados en cajas de cartón y realizábamos tiros increibles. Perdimos decenas de flechas y rompimos otras tantas. Pero también perdimos el miedo a perderlas o a romperlas. Sin saberlo nos estábamos preparando para los verdaderos recorridos de bosque 3D.

Éramos autodidactas y con poca  técnica. Jugando a la caza vivimos sensaciones irrepetibles. Lo importante era tirar y pasarlo bien. Comprábamos algún material por internet y lo probábamos. Las flechas de aluminio que se nos rompían las tuneábamos (reparábamos). Era imposible la precisión. Tampoco la buscábamos.


El lugar era perfecto. A cinco minutos del pueblo, tranquilo, fresco, con desniveles, sin demasiadas piedras, teníamos hasta merendero... pero también tenía un problema: tenía dueño. Un día, el buen hombre, cercó aquella inmensa finca y ya no pudimos acceder a ella nunca más. Nos tuvimos que buscar la vida.

En el Trofeo de la Virgen de la Estrella de Los Santos de Maimona empezamos a contactar con arqueros de la zona. Muchos más de los que nos imaginábamos. Básicamente eran olímpicos y poleas. Por aquel entonces casi nadie practicaba el bosque. Nos tuvimos que acostumbrar a la diana y allí nos metimos sin visores, sin estabilizadores, sin dragoneras... Fué nuestra incursión en la civilización.



Necesitábamos un sitio para entrenar y sobretodo de interior: en invierno las tardes son muy cortas y en verano te asas. Nos constituimos en club: AMIDER. Sacamos nuestras licencias federativas, solicitamos locales al Ayuntamiento y nos ofrecimos para crear la Escuela Municipal de Tiro con Arco.



Primero estuvimos en el gimnasio de Colegio Juan XXIII  después pasamos al Pabellón Municipal de Deportes. Pese a tratarse de un deporte minoritario hemos logrado que interese a un grupo de chavales que unos siguen manteniendo su afición en sus tiempos de ocio y otros participan en las competiciones federadas autonómicas con importantes éxitos.

 XI Campeonato de Extremadura de Sala . (Fuenten de Cantos, 2009)