Esta vez la pachanga se desarrolló en una finca de Torremegía, un pequeño pueblo situado entre Mérida y Almendralejo. Por si alguien lo desconoce fue en esta población en donde Camilo José Cela ambientó su famosa novela: "La familia de Pascual Duarte". De hecho, hay una calle dedicada a este insigne escritor, premio nobel de literatura en 1989.
Como vereis en las fotos, la finca, de propiedad muinicipal, ofrece interesantes rincones para plantear tiros de lo más variado y ser un deleite para cualquier arquero/a. Está cerrada, tiene buen acceso, desniveles, arboleda, pocas piedras... Y está situada en el corazón de la provincia lo que representa una distancia llevadera para todos.
Últimamente nos estamos apañando muy bien con los bichos 2D. Son ligeros, duraderos, cómodos de transportar y sobretodo... económicos.
Aunque en la pachanga se tira más relajado, porque se está entre amigos, siempre se pretende hacer un buen papel. Sin duda, constituyen un buen entrenamiento de cara a las competiciones oficiales.
Un doble pleno se merece una foto.
¿Y qué sería de una pachanga sin las paradas para el almuerzo y la comida?
Todo el mundo abre sus neveras y comparte la manduca. Tortillas, chacina, queso... y sobre todo colesterol , mucho colesterol, que con la plancha ingeniada por Juanan ¡no no veas como salen montaditos, costillas y panceta...! Y el domingo está bordao.
Explico : en un cajón de acero inox con patas mete por la boca el paellero de gas. El viento no afecta, rápidamente se calienta la plancha por arriba y...ves echándole material que aqui te espero con la rebaná de pan.
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....¿como que pocas piedras?...llegue a casa con tres flechas de madera menos.
ResponderEliminarEchamos de menos a los buenos amigos Cabrera y Martín... el trabajo manda amigos. A Carlos y Belén, que desde aquí les damos ánimos y fuerza.