Rick Hoyt sufrió al nacer una estrangulación con su propio cordón umbilical, lo que le produjo daños irreparables en el cerebro. Los médicos dijeron sería un vegetal toda su vida. Cuando cumplió 11 años, sus padres lo llevaron al departamento de ingeniería de una universidad para preguntar si había algún medio de comunicarse con su hijo. A partir de ahí Rick fue capaz de comunicarse usando un ordenador. A los pocos años, un compañero de clase quedó paralizado por un accidente de coche. La escuela entonces organizó una carrera benéfica para conseguir fondos. Rick quiso participar, y su padre, que nunca había corrido, lo intentó. Ese día, la vida del chico cambió.
El pequeño Rick escribió en su ordenador: "Papa, sentí que no era un inválido, era como si yo estuviera corriendo de verdad". A partir de entonces, su padre lo llevó a un sinfin de carreras y hasta maratones.
A los 60 años decidió intentar la increíble hazaña de inscribirse con su hijo en la titánica prueba IRONMAN (HOMBRE DE HIERRO). Este triathlon es una prueba de más de 12 horas... terminar un Ironman es algo fuera de este mundo.
A pesar de que la gente les decía “ES IMPOSIBLE, ES UNA LOCURA”, Dick participó en el IRONMAN con su hijo. Ved lo que ocurrió, ved estas increíbles imágenes de esfuerzo y amor en estado puro. Esta historia merece ser conocida.
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(artículo enviado por Javi Redondo)
Gracias Vicente.
ResponderEliminarGracias por el trabajo que realizas EN EL CARCAJ y que con tanta frecuencia impactas en nuestro corazón.
Que sigas consiguiendo tan buenas agrupaciones como la que nos acabas de recordar.
Salud y aventuras
Cimmerio