La tirada anterior había sido una doble a un zorro y a una jabalina. Siete y nueve metros aproximadamente. La de ahora es a una distancia medio larga: un gran ciervo pastando a unos 25-27 mts. con una ligera pendiente y con una luz un tanto incómoda. La primera flecha pasa de largo por arriba. En la segunda ¿qué hacer? Hay quien dice que no hay que corregir, que hay que tirar igual, pues puede haber sido un fallo de suelta o de brazo de arco. Así que la tira igual y ... también se va fuera. Total, 0-0 = bicicleta. A buscar flechas. Sorpresa: a unos nueve metros están las dos flechas pero... una clavada en la otra: ¡Robin! Este curioso hecho admiró a todo el mundo, aunque el amigo Cabrera, el autor de la hazaña, no pareció compartir esta emoción. "Lo que e(s) , e(s)" dijo en tono sombrío.
Esta fue la anécdota de la jornada. De una pachanga con un día radiante con unos tiros muy, muy interesantes. Técnicos y a distancias largas. Divertido.
Este fue, para mí el mas espectacular, en la foto se ve a la cabra a unos 35 o más metros en picado. Solo clavarla ya era un lujo. (En el video del final se ve mejor el tiro)
Acabada la faena pasamos a los menesteres habituales e indispelsables para un arquero asilvestrado que se precie ...
miércoles, 25 de enero de 2012
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