martes, 10 de enero de 2012

-Mansour Bahrami, otra actitud.

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Mansour Bahrami, senior, es un malabarista de la raqueta, con una habilidad que le permite realizar graciosos e inverosímiles golpes. Pura magia. Detrás de McEnroe y Connors, está él.
De chico fué uno de los mejores juveniles de Irán. Eran los tiempos del sha Reza Pallevi. Pero el golpe militar del Ayatollah Jomeini cambió la historia. "El tenis era lo único en mi vida. Cuando gobernó Jomeini, en 1979, se prohibió la práctica porque era un deporte popular en los Estados Unidos". Se fué a Niza, durante un tiempo fue un ilegal, luego trabajó duramente de profesor compitiendo al mismo tiempo en múltiples torneos cosechando un éxito tras otro.

Con el tiempo cambió su forma de entender el tenis. La seriedad, la trascendencia, la presión y la exigencia que acompañan a este deporte en competición las transformó en pura diversión. Hoy la gente se desvive por ver su juego, su espectáculo, su show.


"Un verdadero deportista se sabe tomar con humor sus errores (y los de sus compañeros), en lugar de criticarse y reprocharse contínuamente. Esa actitud reduce la tensión, distiende y baja la presión psicológica. Se puede estar muy concentrado en el juego sin necesidad de poner cara de circunstancia". Grande, el tio.

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